Por fin empieza a hacer buen tiempo y empieza a apetecer cada vez más cosas fresquitas. Y dulces. Fresquitas y dulces. Como horchatas, batidos... y ¡helados!
¿Pero donde conseguir helados en los que no se usen lácteos, colorantes y glutamatos? Puedes ir a una tienda que ya te va a costar encontrar (admitamoslo, cada vez está más extendido pero aun queda mucho camino) o puedes hacertelo tu mism@ en casa. Así que vamos a hacer un helado de fresa riquísimo, con muchas vitaminas, sin grasas saturadas, sin colorantes artificiales y sin necesidad de añadir azúcar refinado.
Vamos a necesitar:
500 gr de fresas (congeladas del día anterior)
12 dátiles
40 almendras crudas y peladas
1 buena batidora de vaso
(opcional) leche de avena
Empezamos poniendo a remojo las almendras durante una media hora. En ere rato preparamos los dátiles, a los que extraemos el hueso, y sacamos las fresas del congelador (congela las fresas ya troceadas) para remojarlas un poco en agua a temperatura ambiente.
Cuando pase la media hora escurrimos las almendras y metemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora. Te recomiendo elegir una buena batidora, las hay que no tienen potencia suficiente y no pueden con hielos o frutas congeladas. Estas son bastante buenas y para hacer helados va perfecta.
Tritúralo todo hasta que quede una mezcla homogénea. Si quieres que el helado sea más cremoso, añadele unos 200 cl de leche de avena y vuelve a mezclarlo todo.
Te recomiendo hacer el helado que vayas a consumir en el momento, ya que estará en su punto gracias a las fresas congeladas. También puedes guardarlo en el congelador para más tarde, pero ten en cuenta que se solidificará del todo y no tendrá la misma textura que recién batido.
¡Que aproveche! Disfrutad de este helado y probadlo con viruta de chocolate negro por encima.
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