¿Trazas? ¿Lleva trazas? ¿No? ¿¿Estás seguro??
Hoy en día, gracias a Dios, se da más y más importancia a lo
que pones en tu plato y es más sencillo conseguir esa información. Quieres
saber que es, de donde viene, si ha sido bien preparado y si es seguro comerlo.
A parte del aceite de palma y el glutamato (presente en casi todos los
alimentos pre-fabricados), hay ciertos productos que quieres evitar por
completo en tu plato, ya sea por alergias o por un estilo de vida vegano.
¿Pero es realmente veraz esa información sobre tu comida?
Coges el tenedor y no puedes evitar examinar lo que hay en tu plato casi con
paranoia. ¿Estará contaminado?
Hay muchas formas de que un alimento preparado se contamine:
-Usar el mismo utensilio de comida en la preparación de
varios platos distintos.
-Falta de higiene en la cocina
-Desconocimiento (o desinterés) por parte de quien lo
prepara.
Hoy mismo he estado comiendo en un restaurante en el que me
han facilitado una hoja con los alérgenos de todos sus platos (algo maravilloso
y que debería normalizarse en todos los restaurantes), pero aun con esto no ha
sido una información totalmente veraz la que me han dado. Dos platos me han
llamado sobretodo la atención: uno de ellos era una pasta semipicante con
pimientos que no llevaba ninguna marca de alérgenos... y que sin embargo estaba
hecha con pasta fresca, que lleva huevo. El otro era una lasaña vegetal con
tomate en vez de bechamel.. pero a la que habían añadido un gratinado de queso.
Y no, este plato tampoco tenía marcado los alérgenos correctamente.
En estos dos casos el error es fácil de reconocer pero ¿que
pasa cuando no es así?
Otra situación verídica, en otro restaurante: una compañera
de trabajo y su pareja fueron a cenar. Al pedir una ensalada, mi compañera
preguntó que llevaba dicha ensalada (huevo, atún, maíz, queso... hay muchas
cosas que se añaden a la lechuga) y la camarera le respondió (con el tono de
quien dice algo obvio a alguien con pocas luces) que la ensalada llevaba
verduras.
Mi compañera y su pareja pidieron esa ensalada y menos mal
que fue ella quien la probó primero, porque la ensalada estaba llena de queso
parmesano en polvo mezclado con el aceite de oliva y si su pareja llega a
probarla habría ido directo al hospital.
Queremos pensar que estas situaciones son cada vez menos
frecuentes y nos sentimos afortunados cada vez que encontramos un lugar
agradable donde nos atiendan bien, no nos engañen y nos den la comida que
queremos.
Aun así no ha pasado el peligro del todo.
Me refiero a las trazas. Si, las trazas.
Las trazas indican con que se ha contaminado un producto, ya
sea por la producción en masa de varias cosas distintas o por el tipo de
elaboración. Las trazas están indicadas en los envoltorios de los alimentos
preparados, ¿pero que pasa con los platos preparados?
La legislación es clara: la contaminación de alimentos debe
evitarse. Las trazas deben evitarse. Para ello se exige un carné de manipulador de alimentos para poder trabajar en un puesto en el que manipules o sirvas
comida, garantizando así que la comida será seguro comerla y será exactamente
lo que el cliente ha pedido. Actualmente no es obligatorio renovarlo cada 4
años (desde el 2008 para ser exactos) pero es recomendable y, personalmente, muy
positivo tanto para el cliente como para el trabajador.
La última vez que renové el carné fue una faena el
compaginarlo con el trabajo y la familia, y para mi gusto fue una preparación
un poco escasa (nociones básicas y poco más). Por suerte cada vez hay más
facilidades y ya puedes sacarlo incluso desde casa con algún curso de manipulador de alimentos online, llevándote algo más que las
nociones básicas. (¡Bendito Internet!)
Aunque claro, siempre hay que tener en cuenta el factor
humano. Por mucho carné que tenga, si te encuentras con un camarero al que le
importa un pito que no quieras ingerir nada que provenga de animales... o que
puedas "explosionar" si pruebas un lácteo (si, la mantequilla es un
lácteo!) tu "hoy como fuera" puede convertirse en algo muy
desagradable.
Ante eso solo queda comer en casa, ¿no? Ahí puedes contar
contigo misma y tu preparación para evitar las trazas.
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